La vecina fleta

Con tan poco tiempo para descansar ya no hay tiempo para escribir, me gustaría tener la actitud franciscana de la Noah con su blog, pero no puedo. Tiendo a ser intermitente y por lo tanto, cada vez me leen menos acá. No sólo a mí. A todas las que alguna vez escribimos en este reducto fleto.

Los medios han comido mi capacidad de redacción literaria, escribo de forma automática perdiendo mi esencia, dicotomica. Trato de hilar algo fleto y me cuesta hacerlo, pese a que converso todos los días con mis amigas, vivo con mi polola y modero un foro.

No puedo hacerlo, por que ya dejo de ser una condición restricta. Es tan habitual para mí, como comer papas fritas.

Me pongo a pensar en retrospectiva mientras hago hora en mi trabajo y me dio cuenta que soy tremendamente afortunada que ustedes lean mi vomito literario, mi balbuceo de palabras inconexas, pero terriblemente fletas.

Gracias.