VAMPIROS FLETOS
El Drácula de Stoker es una historia contestataria ante una sociedad que veía como una abominación la homosexualidad y mantenía bajo el jugo opresor a las mujeres.
Hablar de vampiros puede saturar a algunos. Fascinar a otros. Lo cierto es que es un tema recurrente. En la literatura, el cine, las artes. La mitología del chupasangre es tan conocida como la coca cola, los Beatles o Jesús. Todo nació gracias a la sagaz visión del irlandés Stoker; su adaptación y fantasía sobre la vida del conde Drácula, dejo estupefacta a la Inglaterra flemática victoriana.
Basado en pasajes de la vida de Val Tepes, emplalador rumano ortodoxo. La señora infame; Erzsebet Barthory; y los múltiples mitos al respecto. Stoker hilo una historia contestataria ante una sociedad que veía como una abominación la homosexualidad y mantenía bajo el jugo opresor a las mujeres.
Lo cierto es que la historia es conocida por muchos, adaptada por otros. Pero siempre, de alguna u otra forma, ronda en las historia de vampiros la ambigüedad sexual. Vampiros terrible de fletos, como en las novelas de la Rice. Adaptada magistralmente al cine por el gran Neal Jordan. (El juego de las lágrimas) Lestat de Lioncourt es un vampiro de aspecto juvenil, quien seduce vampíricamente a Louis de Pointe du Lac. En la historia, Lestat y Louis tienen una relación ambigua por más de 300 años.
No por nada cuando apareció Dracula; Oscar Wilde celebró la aparición de “Drácula” como una cumbre literaria. El conde transilvano se refugiaba en las sombras, hacía de la noche su hábitat, al igual que los bohemios, los poetas malditos, los consumidores de drogas y los gays.
El lesbianismo, en las cintas vampíricas, ha sido tratado frecuentemente como emancipación femenina y "sexualidad desviada", reprimida y castigada por los puritanos burgueses (Van Helsing). Vampiresa es igual a femme fatale, mujer voluptuosa y sexualidad insurgente. Esta visión está claramente influenciada por la historia maquiavélica de la malvada Barthory. Quien sacudió Hungría con sus atroces métodos de eterna juventud. Confinaba en su castillo hermosas campesinas, para bañarse en su sangre. Así ella mantendría eternamente su belleza.
Derechamente en ningún lado sale que Barthory las sedujera antes del macabro acto. Pero la acción, en sí de alimentarse de la sangre, le da una connotación sexual. Morder el cuello. Apretar a la víctima, mientras está totalmente a merced de sus encantos. La presa no arranca, quiere ser parte del juego de la muerte. Ese poder, esa ambigüedad, de que me gustan todos. En el fondo lo quieren todos los seres humanos. Fletos o no.
Entrada dedicada a Noah y su creciente lectura vampiresca.... muajaja
13 de enero de 2009, 12:27
Eve, buenísimo.
Déjame decirte que Louis luego es seducido por un Antonio Banderas pálido y desesperado y ahí sí que se nota la sutil homosexualidad a la que haces alusión, que puede no tratarse de un tema amoroso, pero sí de un cuento de atracciones y protecciones dentro de una "hermandad" medio turbia. Por lo menos en la película.
Estoy leyendo Drácula y sí... La ambigüedad sexual se nota en las atenciones, en las miradas, pero, principalmente, en el hambre y eso es más seductor que cualquier otra cosa. Y sobre la Bathony, leyendo "Carmilla" (que te muertes lo sutil que es) me quedó claro que vampiros heterosexuales es tan raro como gallina con dientes.
Y gracias por dedicarme tu entrada.
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