la condescendiente

Yo solia ser la condescendiente, aquella que miraba de ojo cariñoso y decia que si, por el solo hecho de regalarte afirmaciones; más de alguna vez refugié mi ambiguedad en parafernalia reprimida, y lo intente todo, casi todo, menos decirte que yo de ti estaba pronta, que jalabanme los sesos esa idea loca de que fueras tu mi agonìa.
Alguna vez quise donar mi sangre a una ciencia jenuflecta, saciarme de simplezas, trenzarme la razon con tu manera irresponsable, pero fue, como aprendi a usufructuar de tus encantos, indirectamente, escribi mares de letras, salte trampolina y me fui contigo como rebote.
Por que retrasada tengo que estar en la repartija de amores suaves , nunca aspiré a ser tu algo...solo gastaba mis letras en parir mi perdicion , que te nombraba sin nombre.
Ahora, ya del vientre se arrancaron mis versos huesos, la cadera se ensanchó de emociones, y yo sobre patines como siempre, admito la bajeza de ver solo tus honores y virtudes, para ahora descubrir la humanidad...esa humanidad que me incomoda, que no deja que te mire sin asombro, voy corriendo...con la boca repleta de palabras, el dorso cuan desnudo, la coraza rasguñada.