La dicotomia de la inconsecuencia consecuente

Etiquetas:

vea lo anterior en la etiqueta....

INTERLUDIO 3:

Sacado del diario de Camila, y escrito anoche:

La liturgia de ojos tristes me persigue, me dice que debo tener fe, creer en algo.
Pese a que el dragón de la montaña me convirtió el corazón en piedra.
Debo dejar de encandilarme con la modorra tristeza, y empezar un nuevo camino. En donde no exista nada sólo yo.


Camila se dio vuelta y clavo sus ojos en Marcia, llegas tarde le dijo.
Marcia recordó el pequeño incidente del aeropuerto y cambio totalmente su concepción de hace unos instan­tes. “Maldito demonio” musitó.
Camila, quien coordinaba los pasos a seguir en la re­unión con Helena, no escucho.

“Bueno, señorita periodista necesitamos su informe,” dijo Camila.
Marcia se paró, se acomodo el traje dos piezas marengo y se tocó la punta de la camisa cuello alto, que siempre le gustaba usar.
Con frialdad, procedió a explicar los pormenores de su viaje al sur.

“El miedo de la gente al no explicarse lo que pasa, con­trasta con las explicaciones científicas”, indicó.
“Pero creo que ni siquiera los expertos saben bien que es lo que pasa” sus ojos se cruzaron un instante con los profundamente azules ojos de Camila, bajando la mira­da rápidamente.
“Creo que los diarios locales en una primera instancia hicieron eco del miedo de la gente y lo único que contri­buyeron es en aumentar el miedo colectivo” terminó por decir.
Helena, intervino diciendo que los medios tienen el deber de informar a la población y hacer eco de sus demandas.
Camila, miraba con atención y se centró en la fragilidad que le provocaban los movimientos, contrastada con la vehemencia en sus palabras, por parte de Marcia. Des­pués de un lapso, interrumpió a Helena, diciendo: “Eso esta bien.

Sin embargo, es necesario también incentivar el turismo en la zona y hacer crecer las oportunidades económi­cas.”

Helena, la miro, por fin sabía a lo que iba.

“Mira, yo creo que tu revista y mi consultora pueden llegar a un buen trato. Tú tienes sacas tu noticia de una forma no alarmista y nosotros te ayudamos para que se haga una investigación, aún más profunda.” Se apuro en decir, Camila.

Terminando con: “Esta sociedad puede tener muchos dividendos a futuro”.

Mientras, Camila y Helena discutían, Marcia se ima­ginaba a la muerte, quien le saludaba como a un niño. Y sin más, ni más con su guadaña, mataba a Camila y Helena. Mirando a Marcia, la muerte le decía: Ya está. Marcía seguía en la luna, mientras tanto, Camila y Helena

seguían hablando. Helena pensó rápido y dijo: Marcia, te vuelves a Aysén. Marcia, la miro atónita. Alguien entonces deberá, encargarse

de los gastos le dijo a Camila. Camila, suspiro y dijo “Yo viajo con ella.”Marcia, vio como la guadaña cortaba su cabeza.

Noticia de la mañana:
SEGUIDILLA DE TEMBLORES EN AYSÉN CAUSAN ALARMA EN POBLACIÓN

Tres temblores, de intensidades de entre tres y cinco grados en la escala internacional de Mercalli, causaron alarma en la sureña Región de Aysén, afectada por una ola sísmica desde el pasado enero. Los temblores, ocurridos en la noche de este viernes, no causaron víctimas o daños de consideración, precisó un informe de la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi). El pasado jueves, otra serie de cuatro sismos sacudió la misma zona en un lapso de sólo media hora. La primera sacudida de tierra se produjo a las 19:22 horas (23:22 GMT) y alcanzó una intensidad de cinco grados en Puerto Chacabuco, a unos 1.500 kilómetros.de Santiago, mientras en el vecino Puerto Aysén se regis­tró con grado cuatro y en la capital regional, Coyhaique, a unos 60 kilómetros al este, con grado tres.


Bueno, entonces tendrá que arreglarse todo para el lunes dijo, Helena. Marcia, quien todavía no entendía nada, tomó su bolso e hizo un gesto de despedida saliendo de la sala. Camila, se apuró y se encontró con ella en ascensor. “Creo, que mi presentación en sociedad, no ha sido muy agradable” Dijo, entre risas.

Marcia, vio un dejo de ternura en los claros ojos de Cami­la, algo que hasta el momento no había visto.

“A veces soy muy vehemente, pesada y agresiva... hola soy Camila Rocco” y extendió la mano en señal de saludo.

Marcia sonrió, haciendo que destacaran, aún más sus pe­cas, cosa que Camila, notó.
“Si... a veces pasa,”
dijo mirando de reojo a Camila.
El silencio se apodero del lugar, hasta que sonó el marca­dor que les indicaba que llegaron al primer piso.

“Bueno me tengo que ir, dijo Marcia, chao”.
Apuro el paso hasta la puerta. Ya en la calle, se dio cuenta de su reacción, fue la de un gato engrifado, la misma que ya había tenido antes movio la cabeza.
Camila, se encogió de hombros y caminó hasta el estacio­namiento cuando recibió una llamada de Paula.

“Hola, Camila estoy con Antonia ¿te acuerdas de ella?”
“Si” contesto seria Camila.
“Estamos fuera de tu casa, te falta mucho” dijo Paula.
“Como media hora… pero…” cuando, la interrumpió, Paula

Ya pedimos comida china”
OK. Dijo, Camila.
Camila suspiro.
Desde que salieron del la universidad que no veía a Antonia, no era que no le cayera mal, lo que pasa es que desde un principio gestos y la forma de actuar de Anto­nia la incomodaron.
Cómo que la atacara verbalmente estando bajo los efec­tos del alcohol o que cuestionara sus acciones y forma de ser.
Recordó una en particular.

INTERLUDIO 4:

Recuerdo de Camila:

Hicieron buenas migas bastante rápido por lo cual Ca­mila, invito a Antonia a la casa de uno de sus amigos.
Esos que venían del norte que eran su condena y su catarsis al mismo tiempo, ya venían con unas copas de más y la fiesta estaba bastante a tono.
Camila se media en todo pero con sus amigos se relaja­ba.
Converso con mucha gente esa noche, parecía otra per­sona riendo y bailando, hasta que se puso a conversar con Milena, amiga del dueño de casa.
Animada estaba la conversación hasta que se dio cuenta que Antonia la miraba insistentemente, no lo tomó muy en cuenta, hasta que cuando se paró al baño, Antonia la abordó.

“Me tienes loca” le dijo.

“Me gustas mucho” le dijo acercándose aún más.

A Camila el gesto le pareció de una infinita ternura.
Sin embargo, no estaba en condiciones físicas, ni men­tales para recibir esa clase de declaraciones.
“Lo siento, estoy muy curá” le dijo.
Y partió al baño a vomitar.
Al par de días, Camila, quiso aclarar el incidente y An­tonia le bajo totalmente el perfil, cambiando totalmente, la versión de los hechos.
De allí para adelante la relación fue de altos y bajos, Camila atribuyo el hecho a la inmadurez de Antonia, y no pesco más.





8 tortazos:
gravatar
Anónimo dijo...
30 de abril de 2008, 13:28  

Ya lei, dale, espero el proximo, espero no deba ser tan oarga la espera, ya comente que no soporto la ansiedad, cuando comienzo a leer un libro me lo leo de sopeton aki lo se no tengo eleccion.

imagino que lo tienes avanzado por loque no me importa pedir mas.

eso y como dije, espero...

gravatar
Anónimo dijo...
30 de abril de 2008, 14:01  

Ahh muajaja esta listo esa cosa....
tiene muchas páginas...
como sabes q es un libro??

mmmm....

gravatar
C. dijo...
30 de abril de 2008, 18:01  

Anoche jugué a la botella y le di un par de besitos a una Marcia...

Jajaja, y tenía a su pololo ahí mismo xD!

Clap's para el Gnomoscritor.

gravatar
Anónimo dijo...
30 de abril de 2008, 19:03  

la dura?

gravatar
C. dijo...
30 de abril de 2008, 19:34  

La dura!

gravatar
Anónimo dijo...
30 de abril de 2008, 20:59  

No le cuentes a nadie... pero no encuentras q Camila se parece un poco fisicamente a alguen...

gravatar
Anónimo dijo...
1 de mayo de 2008, 10:21  

La verdad es k no se como me di cuenta k era un libro, solo a hora me doy cuenta que simplemente lo asumi, creo k es por como tratas el tiempo.
No aparece ningun correo para pedirtelo personalmente, asi que supongo debo esperar hasta la proxima.
¿Ke tan seguido lo actualizas?

gravatar
gnomo eve dijo...
1 de mayo de 2008, 12:46  

Dos veces por semana....
Claro que ahora no se mañana coloque algo como es feriado...

Publicar un comentario