La vecina fleta

Anoche no sabía que tema buscar para escribir en este tímido blogito. Primero decidí, ver  teorías sobre las causas de la homosexualidad. Por qué la vecina es tan re fleta. Hace mucho tiempo que deje de indagar sobre el tema, cuando mi cabeza no surgió más explicación, no nació ninguna causa aparente, y dándome por sentado que somos producto de la naturaleza caprichosa. Como mutantes en proceso de evolución.

La teoría de la amígdala, y el cerebro de funcionamiento “raro”; es lo más novedoso a la hora de explicar la sexualidad dispar. Sabía que mi cerebro es distinto, al común denominador. Pero creo que no es aliciente para explicar mi gusto por la Jolie. Todos somos distintos, pero llegar a la conclusión de que: Los cerebros de los hombres gay son similares a los de las mujeres heterosexuales. Y los cerebros de hombres heterosexuales se parecen a los de las lesbianas, como afirma un estudio llevado a cabo en Suecia. Me parece algo muy poco ortodoxo.

La investigación, publicada en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, comparó el tamaño de los cerebros de adultos. Los escáneres mostraron que los hemisferios del cerebro de los gay y las heterosexuales tenían un tamaño similar. Bueno no puedo buscar cosas ortodoxas en algo que está en plena aceptación, la orientación sexual convexa.

El otro tema que me pareció interesante, y que inclusive lo discutí con mi eterna compañera de charla, Gálvez, es sobre la explotación y utilización de los medios sobre el tema gay. Una nueva revista que tiene una diagramación reggetonera, temas sonsos y burdos, y por supuesto ninguna mujer. Si pareciera que no existimos para la mercadotecnia. Portales como terra tienen su lado B, pero sólo va dirigido al público homosexual masculino. Como si ellos no más existieran. Como si ellos no más vendieran.

Ni hablar de Patria Gay, sitio que parece sacado de una ideología del opus en su diseño y contenido. Loable las iniciativas lésbicas en la red, pocas, desordenadas y faltas de apoyo. Creo que en eso nosotras mismas tenemos culpa.